Jamal Khashoggi, periodista e intelectual saudita comprometido
El periodista saudita Jamal Khashoggi, asesinado el 2 de octubre por agentes de Riad en el consulado de su país en Estambul, pasó de ser alguien que conocía desde dentro a la familia real a un detractor del todopoderoso príncipe heredero Mohamed bin Salmán.
El jueves, el fiscal general de Arabia Saudita confirmó a través de su portavoz, que Khashoggi fue drogado, asesinado y desmembrado en el consulado, pero eximió de toda culpa al príncipe heredero, al afirmar que el periodista fue asesinado por decisión del equipo enviado a Turquía.
Khashoggi, que tenía 59 años al momento de su asesinato, tuvo una carrera rica en giros que durante 35 años pasó por el islam político de los Hermanos Musulmanes, los medios sauditas, los círculos gobernantes en Riad, hasta la gran prensa internacional, incluyendo el Washington Post.
Se exilió en Estados Unidos tras una ola de arrestos en septiembre de 2017 en el reino y desde entonces no dejó de denunciar los “excesos” del príncipe Mohammed, apodado MBS.
Jamal Khashoggi iba a cumplir 60 años el 13 de octubre, pero el 2 entró en el consulado saudita de Ankara y no volvió a aparecer. La prensa turca aseguró que Khashoggi fue torturado y salvajemente asesinado. Y Washington instó a Riad a publicar cuanto antes los resultados de su investigación.
Arabia Saudita desmintió en un primer momento la muerte del periodista, pero luego admitió que había fallecido en el interior de su consulado en Estambul.
– Jefe de redacción –
Jamal Khashoggi –alto, con gafas, y que portaba perilla o barba incipiente y canosa– nació el 13 de octubre de 1958 en la ciudad santa de Medina, al oeste de Arabia Saudita.
En 1982, obtuvo un diploma de gestión en la universidad de Estado de Indiana, en Estados Unidos.
Trabajó para diarios sauditas, entre ellos Saudi Gazette y Asharq al Awsat, y cubrió el conflicto en Afganistán.
Nunca combatió junto a los muyahidines en guerra contra los soviéticos, pero sí hizo suya su causa, financiada por la CIA estadounidense y los servicios secretos sauditas.
Khashoggi había entrevistado a Osama Bin Laden en Afganistán y en Sudán, pero en los años 1990 se había distanciado del jefe de Al Qaida cuando éste abogó por la violencia contra Occidente.
Más tarde, ocupó cargos de responsabilidad en diarios sauditas. Considerado demasiado progresista, en 2003 y al cabo solamente de 54 días, fue obligado a dimitir como jefe de redacción del diario Al Watan.
– Consejero gubernamental –
Sobrino del traficante de armas Adnan Khashoggi, Jamal procedía de una gran familia saudita con lejanos orígenes turcos.
Durante tiempo mantuvo relaciones ambiguas con el poder, pues ocupó cargos de consejero en Riad y en Washington.
El multimillonario príncipe Al Walid bin Talal, le había confiado la dirección de Alarab, gran canal de información. Pero este proyecto, que debía ser lanzado en 2015 desde Bahráin, jamás vio la luz tras una prohibición de las autoridades de Manama, cercanas a Riad.
El propio príncipe Al Walid fue detenido entre noviembre de 2017 y enero de 2018 en el hotel Ritz-Carlton de Riad con decenas de personalidades acusadas de “corrupción” por una comisión presidida por el príncipe heredero.
También criticó la implicación saudita en la guerra de Yemen o el embargo impuesto al vecino Catar, acusado por Riad de apoyar a los Hermanos Musulmanes y de cercanía con Irán.
En su última tribuna en el Washington Post, Khashoggi había elogiado a Catar, en comparación con sus vecinos que intentan “mantener el control de la información para apoyar al antiguo orden árabe”.
