El Congreso de EEUU aumentaría las sanciones a Rusia; protestas en la UE
La Cámara de Representantes de Estados Unidos se pronuncia el martes sobre nuevas sanciones contra Rusia, un proyecto que ha provocado ira en Moscú pero también en Europa, porque permitiría sancionar a empresas europeas del sector energético.
Los diputados, torciendo el brazo al presidente, Donald Trump, que pretendía tender su mano al mandatario ruso, Vladimir Putin, buscan infligir represalias a Rusia tras una campaña de desinformación y de espionaje atribuida a Moscú durante la última campaña presidencial estadounidense.
La anexión de Crimea y las injerencias en Ucrania son los otros motivos esgrimidos para la adopción de este proyecto.
El consenso es casi total en el Capitolio, donde Moscú cuenta con muy pocos aliados. El Senado, de mayoría republicana, aprobó en junio, por 98 votos contra 2, la nueva batería de sanciones. En la Cámara baja la votación puede llegar a ser igualmente aplastante.
El texto pasará luego otra vez a la Cámara alta para su aprobación definitiva, probablemente antes de mediados de agosto.
La propuesta incluye también sanciones contra Irán, especialmente contra los Guardianes de la Revolución, acusados de respaldar el terrorismo, y Corea del Norte, por su pruebas nucleares.
Prevé un punto que molesta particularmente a la Casa Blanca: los parlamentarios podrán impedir que el presidente suspenda las sanciones contra Rusia.
Otro punto polémico es que Estados Unidos actuará unilateralmente, sin coordinar con la Unión Europea, como había sido hasta ahora el caso en las sanciones a Rusia, y podrá sancionar a empresas europeas que trabajen en oleoductos provenientes de Rusia.
Esas compañías podrían verse impedidas de presentarse a licitaciones públicas en Estados Unidos. La medida ha suscitado protestas de Francia, Alemania y las autoridades de la UE.
