La zona de seguridad en el norte de Siria, una obsesión para Turquía
Desde el inicio del conflicto sirio, Turquía ha reclamado la creación de una zona de seguridad en la frontera, para proteger a los refugiados y evitar el surgimiento de una región autónoma kurda.
La “zona tapón” o “zona de seguridad” estaría ubicada del lado sirio en una parte de la frontera de 900 kilómetros entre Siria y Turquía.
Tras recibir el apoyo del presidente estadounidense, Donald Trump, su par turco, Recep Tayyip Erdogan, señaló esta semana que su país seguiría adelante con este proyecto, lo que provocó la ira, tanto de los kurdos como del gobierno de Damasco.
He aquí algunos antecedentes:
– Razones humanitarias –
El 29 de noviembre de 2011, el ministro de Relaciones Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, afirmó que Turquía podría decidir, en coordinación con la comunidad internacional, imponer una “tapón” en su frontera con Siria, en caso de que se produjera una afluencia masiva de refugiados huyendo del conflicto.
Turquía, exaliado regional y político de Damasco, ha tomado una posición firme respecto a su vecino. La idea de crear una “zona de seguridad” había sido mencionada por los medios de comunicación turcos, con la intención de proteger a civiles de la represión del régimen de Bashar al Asad.
Por su parte, el Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de oposición al gobierno, señaló que una ayuda exterior podría tomar la forma de una zona de seguridad o de exclusión aérea para proteger a los civiles.
– Contra los kurdos –
El 26 de julio de 2012, Erdogan, entonces primer ministro, acusó a Damasco de “haber confiado” cinco zonas del norte de Siria al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, considerado ‘terrorista’ por Ankara y sus aliados) y a su rama siria, el Partido de Unión Democrática (PYD), con el objetivo de perjudicar los intereses de Turquía.
“Una zona de seguridad, todo eso hace parte de nuestras alternativas”, dijo.
– Campos de refugiados –
El 30 de agosto de 2012, Davutoglu solicitó al Consejo de seguridad de la ONU que estableciera “campos para personas desplazadas dentro de Siria”, para retener a los candidatos al exilio.
Pero, su demanda fue tomada con reservas.
– “Limpia de terroristas’ –
El 9 de octubre de 2014, Cavusoglu reclamó “una zona de seguridad, una zona de exclusión aérea”. “Es importante por razones humanitarias y para el éxito de las operaciones” contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), aseguró.
La creación de una “zona de seguridad” en el norte de Siria requiere la aprobación del Consejo de seguridad de la ONU, respondió la diplomacia rusa.
El 11 de noviembre de 2015, Erdogan volvió a poner sobre la mesa la idea de una “zona segura”: “Proponemos una zona limpia de terroristas, una zona de exclusión aérea, resolvamos este asunto”.
“Nuestro objetivo aquí es crear un área de 4.000 o 5.000 km2 sin terroristas”, insistió el 13 de febrero de 2017.
– Bajo control turco –
En enero de 2017, el presidente estadounidense entrante, Donald Trump, planteó la idea de crear “zonas seguras en Siria” en una entrevista con la cadena ABC News. La administración Obama había discutido esa posibilidad, pero la desechó ante la necesidad de desplegar grandes recursos militares.
Turquía acogió con agrado el anuncio, el 19 de diciembre de 2018, según el cual las tropas estadounidenses serían retiradas de Siria, pero ambos aliados en la OTAN se enfrentaron respecto al futuro de las milicias kurdas, Unidades de Protección del Pueblo (YPG), apoyadas por Estados Unidos.
El 13 de enero de 2019, Trump propuso establecer una “zona de seguridad” de 30 kilómetros de ancho a lo largo de la frontera turco-siria, pero sin dar precisiones. Para Erdogan la idea es que Turquía se encargue de implantarla y controlarla.
El 16 de enero, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, afirmó que el norte de Siria debe estar bajo el control de Damasco. Los kurdos rechazan una “zona de seguridad” bajo control turco.
